La introducción de un recurso lexicográfico es un anexo en el que “se lleva a cabo el estudio sistemático, detallado y organizado del campo concreto del que trata el diccionario, con el fin de reunir y destacar aquellos conceptos que se estimen básicos y elaborar estos conocimientos a partir de datos concretos o reales. Cumple, por tanto, una misión como herramienta formativa, que va más allá de la función comunicativa” (Niño Amo y Fuertes-Olivera, 2018: 150).
La introducción no debe ser demasiado extensa pero sí lo suficientemente exhaustiva como para que el usuario del recurso adquiera una visión y un conocimiento general de la materia en cuestión.
La introducción debe ser redactada por un experto en el campo de la botánica, y debe plantear nociones básicas de botánica, de lo general a lo particular:
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Clasificación actual de los seres vivos.
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Nociones sobre taxonomía vegetal.
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Jerarquía taxonómica.
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Ramas de investigación.
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Usos y aplicación de la botánica.
Editado en Málaga por Lucía Escribano Meseguer y Miriam Seghiri.